Los productos digitales a menudo se diseñan con una definición estrecha del usuario “típico” en mente: alguien que tiene un cuerpo sin discapacidades, es experto en tecnología y opera en condiciones ideales.
Pero en el mundo real, los usuarios son mucho más diversos. Pueden tener discapacidades visuales, movilidad limitada, lesiones temporales, conexiones de baja banda ancha, desafíos relacionados con la edad o diferencias cognitivas.
Cuando las experiencias digitales no se diseñan para reflejar esta diversidad, el resultado es frustración, exclusión y, por supuesto, pérdida de oportunidades.
El diseño inclusivo es una metodología que desafía este status quo. Se centra en construir productos y servicios que sean utilizables por el mayor número posible de personas, sin importar su capacidad, contexto o circunstancia.
Esencialmente, el diseño inclusivo es proactivo, no reactivo. Va más allá de la accesibilidad básica al adoptar la diversidad humana como una fuerza impulsora clave del diseño.
En esta guía, exploraremos lo que realmente significa el diseño inclusivo, cómo se diferencia de la accesibilidad y cómo tu organización puede comenzar a ponerlo en práctica, utilizando principios probados, ejemplos del mundo real y pasos prácticos.
El diseño inclusivo es una metodología de diseño que crea productos y experiencias que pueden ser utilizados por tantas personas como sea posible, independientemente de las circunstancias, habilidades, antecedentes o entorno.
Reconoce que la diversidad humana es la norma, no la excepción, y que un buen diseño debe acomodar esa diversidad.
En lugar de tratar la inclusión como algo secundario o como una casilla que marcar, el diseño inclusivo comienza identificando y abordando las barreras que podrían excluir a los usuarios. Se trata de diseñar con una comprensión profunda del espectro completo de necesidades humanas, desde discapacidades permanentes hasta limitaciones temporales (como un brazo roto o un entorno ruidoso) y restricciones situacionales (como luz solar intensa o usar un dispositivo con una sola mano).
Lo importante es que el diseño inclusivo no es solo para personas con discapacidades; beneficia a todos. Por ejemplo, los subtítulos ayudan a las personas con discapacidades auditivas, pero también son útiles para ver videos en espacios públicos. Y la entrada por voz ayuda a los usuarios con discapacidades de movilidad, pero ahora es común en la UX móvil.
El diseño inclusivo no es solo una iniciativa “feel-good”; es una estrategia crítica para construir mejores productos digitales. Cuando se hace bien, lleva a una mayor usabilidad, mayor confianza en la marca y un alcance de mercado más amplio.
A nivel social, el diseño inclusivo ayuda a garantizar que las personas no queden atrás debido a una discapacidad, edad, idioma o contexto. Es una forma de reducir la desigualdad digital, defender los derechos humanos y crear experiencias más justas para todos.
A nivel mundial, más de 1.3 mil millones de personas viven con alguna forma de discapacidad (OMS, 2023). A esto se suman los usuarios con limitaciones temporales, los adultos mayores o los entornos de baja tecnología, y el número de personas que se benefician del diseño inclusivo crece exponencialmente.
Diseñar para la inclusividad no limita tu alcance; de hecho, abre tu producto a más personas, más casos de uso y más mercados.
Cuando reduces la carga cognitiva, simplificas interfaces o aclaras instrucciones, no solo ayudas a los usuarios marginales, sino que mejoras la experiencia para todos. Los productos inclusivos tienden a ser más limpios, más intuitivos y más fáciles de usar.
Los principios de diseño inclusivo a menudo se superponen con estándares de accesibilidad como WCAG, que son la base de leyes como la Ley de Accesibilidad Europea y la ADA. Incluir la inclusión en tu proceso de diseño puede ayudarte a mantener el cumplimiento y reducir los riesgos legales.
El diseño inclusivo y la accesibilidad están estrechamente relacionados, pero no son intercambiables.
Ambos funcionan mejor juntos. La accesibilidad es la base. El diseño inclusivo lleva las cosas más allá, asegurando que tus productos digitales sean flexibles, acogedores y efectivos para la audiencia más amplia posible.
El diseño inclusivo se guía por un conjunto de principios fundamentales que ayudan a los equipos a crear productos que sirvan a todo el espectro de diversidad humana. Estos principios pueden utilizarse tanto como una lente de diseño como un marco de toma de decisiones, sin importar el tamaño de tu equipo o producto.
Echemos un vistazo a los principios más reconocidos:
Comienza identificando quién podría ser excluido de tu experiencia. La exclusión ocurre cuando asumimos que todos los usuarios son iguales, sin discapacidades, hablan el idioma del producto, usan hardware moderno o siempre están en línea. Utiliza entrevistas empáticas, análisis y pruebas para descubrir puntos de dolor y casos extremos.
Ejemplo: Diseñar un formulario de registro que asuma que todos los usuarios tienen un apellido, excluyendo a los usuarios de culturas donde no es la norma.
El diseño para individuos con necesidades específicas a menudo beneficia a todos. Este principio invierte la idea de “casos extremos” tratándolos como impulsores de la innovación.
Ejemplo: La entrada por voz ayuda a los usuarios con movilidad limitada, pero también beneficia a quienes cocinan, viajan o hacen multitareas.
Los equipos de diseño inclusivo buscan activamente la participación de personas con diferentes antecedentes, habilidades, idiomas y contextos. Los comentarios de usuarios diversos resultan en decisiones de diseño más informadas y efectivas.
Ejemplo: Cuando YouTube rediseñó su aplicación móvil, incluyó a usuarios con TDAH y dislexia en las pruebas. Sus comentarios destacaron cómo las secciones de comentarios desordenadas dificultaban la concentración.
Como resultado, YouTube introdujo una sección de comentarios colapsable y simplificó el diseño, cambios que mejoraron la experiencia para todos, no solo para usuarios con diferencias cognitivas.
Los usuarios pueden interactuar con tu producto de diferentes maneras, pero deben obtener el mismo valor fundamental.
Ejemplo: Un video debe ofrecer tanto subtítulos como transcripciones para que los usuarios con problemas auditivos o con una conexión a internet más lenta puedan acceder al contenido.
Brinda a los usuarios la opción de personalizar o adaptar su experiencia según sus preferencias o necesidades.
Ejemplo: Permitir que los usuarios ajusten el tamaño del texto, activen o desactiven las animaciones o seleccionen el modo oscuro.
Usa un lenguaje sencillo, diseños consistentes y patrones de interacción familiares para reducir la carga cognitiva.
Ejemplo: Mensajes de error claros que expliquen qué salió mal y cómo solucionarlo.
El diseño inclusivo no es teórico, ya está mejorando las experiencias de millones de personas en diferentes industrias. Aquí tienes algunos ejemplos destacados de cómo las organizaciones han adoptado el diseño inclusivo en el mundo real:
La plataforma de servicios digitales del gobierno del Reino Unido es un modelo de claridad y accesibilidad:
Este enfoque beneficia no solo a los usuarios con discapacidades, sino también a los hablantes no nativos de inglés, a los adultos mayores y a las personas con conexiones lentas.
La caja de herramientas de diseño inclusivo de Microsoft ha dado forma a productos como el Xbox Adaptive Controller, que se creó con la participación directa de jugadores con movilidad limitada.
Apple integra funciones inclusivas en el núcleo de sus productos:
Estas herramientas son beneficiosas para los usuarios con discapacidades y también útiles para las personas que simplemente prefieren diferentes estilos de interacción.
Estos ejemplos muestran que el diseño inclusivo no se trata solo de cumplimiento, sino de crear productos que la gente ama usar, independientemente de sus necesidades.
El diseño inclusivo no solo hace que los productos digitales sean más utilizables para las personas con discapacidades, sino que mejora la experiencia para todos los usuarios.
¿Por qué? Porque los principios del diseño inclusivo se centran en la claridad, la flexibilidad y la eliminación de fricción, objetivos que se alinean perfectamente con una excelente UX.
Como:
Interfaces más simples, navegación consistente y lenguaje claro ayudan a los usuarios a completar tareas más rápidamente y con menos confusión. Esto es especialmente importante para los usuarios con diferencias cognitivas o de aprendizaje, pero beneficia a todos, especialmente bajo presión o en dispositivos móviles.
Los diseños que se adaptan a diferentes tamaños de pantalla, métodos de entrada y velocidades de Internet son esenciales para las personas con acceso limitado, y también son cruciales para audiencias globales, usuarios móviles y multitarea.
Los mensajes de error claros, las interacciones flexibles (por ejemplo, voz, teclado, ratón) y los diseños intuitivos reducen la frustración del usuario y las tasas de abandono, mejorando la satisfacción y la conversión.
Cuando los productos son inclusivos por defecto, llegan a más personas, independientemente de sus habilidades, idiomas o culturas, lo que lleva a una mayor confianza y crecimiento del mercado.
En resumen, el diseño inclusivo es una excelente UX, escalada a la diversidad del mundo real.
El diseño inclusivo no es un proyecto único, es una mentalidad que debe integrarse en cada etapa de tu ciclo de desarrollo de productos. Aquí te explicamos cómo tu organización puede comenzar a construir experiencias digitales más inclusivas, paso a paso:
Comienza identificando los puntos de fricción en tu sitio web o aplicación actual. Utiliza herramientas automatizadas y pruebas manuales para evaluar:
No te fíes de las suposiciones. Involucra a usuarios con una variedad de habilidades, antecedentes, idiomas y dispositivos en tu investigación UX, entrevistas de usuarios y pruebas.
Sus comentarios señalarán los problemas y revelarán mejores soluciones de diseño que tal vez no habías considerado.
Ayuda a tus diseñadores, desarrolladores y creadores de contenido a entender cómo se ve el diseño inclusivo en la práctica. Crea pautas internas, comparte recursos y fomenta la propiedad a nivel de todo el equipo.
Actualiza tu biblioteca de componentes para incluir patrones de interfaz accesibles, convenciones de texto alternativo, reglas de contraste y comportamientos responsivos. Cuanto más integrado esté, más fácil será escalar.
Utiliza dispositivos reales y tecnologías de asistencia para evaluar la inclusividad a lo largo del proceso de desarrollo, no solo en el lanzamiento.
A pesar de sus claros beneficios, implementar el diseño inclusivo puede parecer desafiante, especialmente para equipos pequeños u organizaciones sin experiencia interna en accesibilidad.
A continuación, se presentan algunas de las barreras más comunes y cómo superarlas:
Realidad: El diseño inclusivo se vuelve costoso cuando es una idea secundaria. Pero cuando se integra desde el principio, durante la investigación, el diseño y el desarrollo, ahorra tiempo y evita costosos ajustes posteriores.
Solución: Adopta una mentalidad de “diseño para inclusión desde el principio”. Utiliza plantillas inclusivas y prueba temprano para evitar cambios costosos más adelante.
Realidad: No necesitas ser un experto en usabilidad para comenzar.
Solución: Usa recursos públicos, herramientas como verificadores de contraste o emuladores de lectores de pantalla, y consulta kits de herramientas como la Guía de Diseño Inclusivo de Microsoft. Si tienes dudas, comienza de a poco e itera.
Realidad: El único error real es no intentarlo. El diseño inclusivo es un proceso de aprendizaje, prueba y mejora.
Solución: Obtén retroalimentación de usuarios diversos, documenta tus decisiones y sé transparente sobre tu intención. El progreso es mejor que la perfección.
El diseño inclusivo no solo se trata de la disposición y el contraste de colores, también se trata del lenguaje, la estructura y los patrones de interacción que utilizas.
A continuación, algunas prácticas clave que puedes aplicar a tu contenido digital y interfaces de usuario:
Ya sea que estés comenzando o escalando las prácticas inclusivas en tu equipo, las herramientas adecuadas te ayudarán a avanzar más rápido y de manera más inteligente. Aquí tienes una selección de recursos prácticos para guiar tu viaje:
El diseño inclusivo no se trata solo de marcar casillas de accesibilidad, se trata de crear productos mejores y más utilizables para todos. Al diseñar intencionadamente para un rango más amplio de necesidades y contextos, tu equipo puede ofrecer experiencias que sean más efectivas, más empáticas y mejor alineadas con la forma en que las personas realmente viven y trabajan.
Comienza con un cambio de mentalidad, y continúa con investigación, colaboración e iteración.