Leer es algo que muchos de nosotros damos por sentado.
Pero para las personas con dislexia, puede ser como navegar por un laberinto. Las letras y las palabras son difíciles de descifrar, y la memoria, la coordinación y la organización también se ven afectadas.
La dislexia afecta hasta al 10% de la población y a menudo hace que la lectura sea lenta, agotadora y frustrante. Sin embargo, a menudo se pasa por alto una de las formas más sencillas de ayudar a los lectores disléxicos:
Elección del tipo de letra.
La tipografía afecta a la facilidad con que el texto puede descodificarse y comprenderse. Si eliges fuentes aptas para la dislexia y aplicas prácticas de diseño bien pensadas, puedes mejorar significativamente las experiencias de lectura de las personas con dislexia.
En un momento, sabrás por qué es importante la selección de fuentes, qué opciones de formato son más fáciles de leer y cuál es la mejor fuente para la dislexia, para que tu contenido digital sea más accesible.
¿Qué es la dislexia y cómo afecta a la lectura?
La dislexia es una diferencia neurológica común que afecta a la forma en que el cerebro procesa el lenguaje escrito y hablado. Dificulta reconocer, descodificar y procesar con precisión las palabras. Esto significa que leer, escribir y, a veces, hablar puede ser una lucha.
La dislexia se manifiesta de forma diferente en cada persona. Para algunos, las letras y las palabras pueden aparecer desordenadas, distorsionadas o al revés. Pero, en general, a los disléxicos les cuesta seguir líneas de texto y distinguir entre letras de aspecto similar (como b/d o p/q). Estos obstáculos no sólo reducen la comprensión, sino que hacen que la lectura sea mentalmente agotadora y frustrante.
Por qué la elección del tipo de letra es importante para las personas con dislexia
La elección del tipo de letra puede cambiar las reglas del juego para los lectores disléxicos, ya que marca una gran diferencia en su experiencia lectora. Las fuentes y la tipografía con determinadas características pueden reducir la carga cognitiva, mejorar la legibilidad y facilitar la distinción entre letras.
Utilizando fuentes más accesibles, los diseñadores, educadores y creadores de contenidos pueden eliminar barreras innecesarias y hacer que sus contenidos sean más accesibles.
Características principales de las fuentes aptas para la dislexia
No todos los tipos de letra son iguales, sobre todo cuando se trata de ayudar a los lectores disléxicos. Las fuentes aptas para la dislexia comparten varias características clave que minimizan la confusión y mejoran la legibilidad:
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Más espaciado – Caracteres como b/d, p/q e i/l se confunden fácilmente en muchos tipos de letra. Un espaciado coherente, uniforme y generoso entre las letras reduce el amontonamiento visual y puede facilitar su distinción a los lectores disléxicos.
- Palos y colas únicos – Como a los lectores disléxicos les cuesta distinguir algunas letras, asegurarse de que las letras tengan palos y colas únicos que varíen en longitud ayuda a reconocerlas.
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Tamaño más grande – Un tamaño de letra más grande hace que las letras y las palabras sean más claras, lo que ayuda a la comprensión.
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Formas sencillas y abiertas – Evitar los trazos adornados y los adornos innecesarios evita que las letras se mezclen entre sí o resulten visualmente abrumadoras.
- Fondos lastrados – Añadir fondos más pesados a las letras ayuda a anclarlas en la línea.
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Asimetría – Las fuentes con letras asimétricas facilitan la distinción entre caracteres que suelen confundirse.
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Extensores más largos – Los extensores son las partes de una letra que se extienden por encima o por debajo de la línea en la que se asientan las letras (por ejemplo, p o b). Alargándolas, cada letra se distingue mejor para facilitar su reconocimiento.
Fuentes sans-serif vs. serif: ¿cuál es mejor para la dislexia?
Cuando se trata de tipografía adaptada a la dislexia, las fuentes sans-serif suelen ser la mejor opción. Las fuentes sin gracias -como Arial, Verdana y Open Sans- tienen líneas limpias y sencillas, sin los pequeños trazos decorativos (gracias) de las fuentes con gracias. Este diseño minimalista ayuda a que las letras destaquen más claramente unas de otras.
En cambio, las fuentes con serifa pueden dificultar la lectura a las personas disléxicas. Los detalles adicionales de las serifas a menudo hacen que las letras se mezclen, aumentando la probabilidad de confusión y fatiga.
Cómo influyen en la legibilidad el tamaño de letra, el espaciado y la altura de línea
Más allá de la elección del tipo de letra, la forma en que formateas el texto puede suponer una gran diferencia para los lectores disléxicos. Un tamaño de letra, un espaciado y una altura de línea adecuados ayudan a reducir el estrés visual, haciendo que el texto sea más fácil de procesar:
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Tamaño de letra – Un texto más grande, normalmente de 12 a 14 puntos, mejora la legibilidad al hacer que las letras se distingan mejor.
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Espacio entre letras (seguimiento). Aumentar el espacio entre las letras ayuda a los lectores disléxicos a evitar el efecto de amontonamiento, en el que las letras parecen correr juntas. Trata de alcanzar el 35% de la anchura media de las letras, pero ten cuidado de no pasarte, ya que esto puede hacer que el texto sea menos fácil de leer.
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Espaciado entre palabras. Aumentar ligeramente la distancia entre las palabras ayuda a separarlas visualmente, mejorando la comprensión.
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Altura de línea (interlineado). Aumentar el interlineado ayuda a los lectores a seguir el hilo más fácilmente.
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Espaciado entre párrafos. Añadir espacio entre párrafos divide el texto en secciones manejables, mejorando la comprensión y la navegación por contenidos más largos.
Los ajustes bien pensados del tamaño y el espaciado no sólo benefician a los lectores disléxicos, sino que mejoran la legibilidad y la accesibilidad para todos, creando una experiencia más integradora y fácil de usar.
Los mejores tipos de letra para la dislexia: principales recomendaciones
Entonces, ¿cuáles son los mejores tipos de letra para la dislexia? La dislexia se manifiesta de forma diferente según la persona, lo que significa que ninguna fuente será perfecta para todos.
Dicho esto, es más probable que algunos tipos de letra les faciliten un poco la lectura.
A continuación encontrarás una lista de opciones recomendadas:
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Arial – Una fuente sans-serif limpia y ampliamente disponible, con formas de letra sencillas y un espaciado generoso, lo que la hace más fácil de leer que muchas fuentes con gracias.
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Helvética – Una fuente clásica sin gracias con trazos limpios y uniformes y mínima ornamentación, que puede mejorar la legibilidad para los lectores disléxicos. Sin embargo, algunos consideran que su reducido espaciado es menos ideal para textos largos.
- Open Sans – Diseñada para ser legible en diferentes resoluciones y tamaños de pantalla, Open Sans presenta formas de letra claras y un espaciado equilibrado, lo que facilita a los lectores disléxicos la distinción de caracteres similares.
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Verdana – Al igual que Open Sans, Verdana se diseñó para facilitar la lectura en pantalla, especialmente en resoluciones y tamaños de pantalla más pequeños. Sus letras bien definidas y su espaciado suelto se adaptan bien a los lectores disléxicos.
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Tahoma – Similar a Verdana, pero ligeramente más estrecha, Tahoma ofrece formas de letra distintas que mejoran el reconocimiento de caracteres, y es especialmente adecuada para formatos en los que muchas palabras deben caber en un espacio más pequeño.
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Calibri – Con letras redondeadas y claras y un espaciado generoso que puede ayudar a la legibilidad, Calibri se diseñó para hacer más legibles los textos largos.
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Century Gothic – Un tipo de letra sin gracias redondeado con aspectos de letra ligeramente más grandes, que reduce las posibilidades de confusión entre letras.
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Comic Sans – Aunque a menudo se la critica por su aspecto informal, las formas irregulares y claras de las letras de la Comic Sans en realidad pueden beneficiar a algunos lectores disléxicos.
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Trebuchet – También diseñado para facilitar la legibilidad en pantalla, Trebuchet tiene formas de letra fuertes, anchas y distintas, y líneas limpias para mayor claridad.
Fuentes personalizadas para dislexia: ¿Ayudan realmente?
Las fuentes personalizadas diseñadas específicamente para la dislexia, como OpenDyslexic y Dyslexie, pretenden facilitar la lectura a quienes padecen esta enfermedad.
Estas fuentes utilizan fondos lastrados para estabilizar las letras, formas exageradas de los caracteres para potenciar la diferenciación, y un espaciado más amplio para reducir la aglomeración visual.
Pero las investigaciones sobre fuentes personalizadas para la dislexia sugieren que podrían no ser eficaces, y algunos estudios concluyen que no ofrecen ninguna ventaja significativa sobre las fuentes sans-serif estándar bien elegidas, como Arial o Verdana.
Sin embargo, debido a la naturaleza altamente subjetiva de la dislexia, las preferencias individuales parecen desempeñar un papel clave: lo que funciona bien para un lector disléxico puede no ayudar a otro.
Lo mejor es proporcionar a los lectores fuentes sans-serif estándar, como las enumeradas anteriormente. Utilizarlas, en combinación con las mejores prácticas, como un espaciado adecuado y un diseño claro, hará que tu contenido sea más accesible.
Buenas prácticas para diseñar textos adaptados a la dislexia
Además de elegir un tipo de letra legible, hay que tener en cuenta algunas buenas prácticas que pueden ayudar a que el texto sea más adecuado para la dislexia:
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Evita las mayúsculas – Los bloques de letras mayúsculas son más difíciles de leer y pueden ralentizar la comprensión de los lectores disléxicos.
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Limita la cursiva y el subrayado – Estos estilos distorsionan la forma de las letras y pueden desdibujar las palabras, dificultando su decodificación.
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Elige combinaciones de colores de alto contraste – Evita las combinaciones de colores de bajo contraste o los fondos recargados.
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Utiliza texto alineado a la izquierda – Evita el texto justificado, que crea un espaciado desigual que puede interrumpir la fluidez de la lectura.
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Mantén una estructura limpia y clara – Asegúrate de que tus diseños sean limpios y despejados, evitando las columnas, utilizando encabezamientos coherentes, añadiendo mucho espacio en blanco e incluyendo un índice para una navegación clara.
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Utiliza viñetas y párrafos cortos: dividir la información en trozos pequeños y digeribles ayuda a los lectores a procesar y retener el contenido.
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Escribe con claridad – Utiliza un lenguaje sencillo, con frases cortas y en voz activa, y evita las dobles negaciones.
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Proporciona texto ajustable – Siempre que sea posible, permite a los usuarios personalizar el tamaño de la fuente, el espaciado y los esquemas de color para adaptarlos a sus necesidades individuales. Puedes hacerlo con nuestro WayWidget.
La aplicación de estas buenas prácticas mejora la experiencia no sólo de las personas con dislexia, sino de todos los que leen tu contenido, ayudándoles a absorber la información más rápidamente y con menos esfuerzo.
Cómo probar y optimizar las fuentes para lectores disléxicos
Cuando se trata de dislexia, la tipografía no es única. Lo mejor es probar distintos tipos de letra para asegurarte de que tu diseño satisface las necesidades de los usuarios disléxicos.
He aquí cómo enfocar las pruebas:
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Recoge las opiniones de los usuarios disléxicos – Las ideas más valiosas proceden directamente de las personas con dislexia. Comparte prototipos o páginas de muestra y pregúntales sobre su comodidad de lectura, velocidad y comprensión.
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Realiza pruebas de legibilidad : las herramientas de pruebas de legibilidad pueden ayudarte a evaluar la complejidad general del texto, pero recuerda que no evalúan la elección de la fuente. Acompáñalos de pruebas de usuario para tener una visión completa.
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Utiliza lectores de pantalla y tecnología de asistencia : prueba tu diseño con las herramientas de asistencia más conocidas para garantizar la compatibilidad y una experiencia fluida para todos los usuarios.
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Mejora continuamente – Aplica los comentarios y los resultados de las pruebas para perfeccionar tu tipografía y tus diseños, equilibrando la accesibilidad con el estilo de tu marca.
Al probar y optimizar activamente tu contenido, demuestras un compromiso genuino con la accesibilidad, dando a los lectores disléxicos el apoyo que necesitan para comprometerse con confianza con tu contenido.
De la frustración a la comodidad
Una tipografía adecuada puede marcar la diferencia entre una experiencia de lectura frustrante y otra cómoda. Si comprendes cómo afecta la dislexia a la lectura, eliges tipos de letra compatibles y aplicas las mejores prácticas al diseñar tu contenido, podrás crear una experiencia inclusiva, accesible y más agradable para tu público.
Diseñar teniendo en cuenta a los usuarios disléxicos es un compromiso con la accesibilidad cognitiva, que beneficia a millones de personas en todo el mundo. Y, dado que ampliará el alcance de tu audiencia, también beneficiará a tu negocio.