El tipo de letra puede parecer una pequeña elección de diseño, pero para las personas con TDAH puede suponer una gran diferencia.
Los lectores con TDAH suelen tener dificultades para procesar textos densos, navegar por diseños desordenados o mantener la atención en contenidos largos. Y aunque muchas conversaciones sobre accesibilidad se centran en las deficiencias visuales o de movilidad, la accesibilidad cognitiva es igual de esencial, y a menudo se pasa por alto.
Las fuentes aptas para el TDAH se diseñan (o seleccionan) teniendo en cuenta estos retos. Dan prioridad a la claridad, reducen el ruido visual y ayudan a los lectores a mantenerse orientados en la página. El tipo de letra adecuado no “arreglará” el TDAH, por supuesto, pero puede favorecer la atención, disminuir la carga cognitiva y hacer de la lectura una experiencia más cómoda.
En esta guía, exploraremos qué hace que una fuente sea adecuada para el TDAH, las características clave que hay que buscar y cómo aplicar las mejores prácticas en tus contenidos y diseños digitales. Tanto si eres diseñador UX, desarrollador, educador o creador de contenidos, aprenderás a tomar decisiones más inclusivas que beneficien a todos.
La tipografía desempeña un papel sorprendentemente poderoso en la forma en que absorbemos la información e interactuamos con ella. Para las personas con TDAH, determinadas elecciones tipográficas pueden favorecer la concentración y la comprensión o convertir la lectura en una experiencia frustrante.
En resumen, la tipografía es algo más que estilo: es una herramienta funcional. Y cuando se elige cuidadosamente, puede servir como un sutil pero poderoso aliado para la accesibilidad cognitiva.
Aunque ninguna fuente por sí sola puede resolver los problemas del TDAH, ciertos rasgos tipográficos pueden mejorar significativamente la legibilidad, reducir las distracciones y favorecer la atención sostenida.
Los tipos de letra compatibles con el TDAH suelen compartir algunas características importantes:
Las formas de letra limpias y mínimas son más fáciles de procesar. Evita los tipos de letra demasiado decorativos, que pueden crear un ruido visual innecesario.
Fuentes útiles: Helvetica, Arial, Calibri
Evítalo: Escritura, cursiva, fuentes novedosas (por ejemplo, Comic Sans, Papyrus)
Los tipos de letra que diferencian claramente caracteres similares (como “I”, “l” y “1” u “O” y “0”) reducen la confusión y ayudan a reconocer más rápidamente las palabras.
Un espaciado generoso entre letras, palabras y líneas mejora la claridad y reduce la posibilidad de que el texto parezca demasiado amontonado, algo que puede abrumar rápidamente a un lector con TDAH.
TIP: Procura que el interlineado (interlineado) sea de 1,5 o más en los párrafos del cuerpo del texto.
Las fuentes demasiado finas o pesadas pueden cansar la vista. Un tipo de letra de peso medio -ni demasiado claro ni demasiado negrita- ofrecerá la mejor legibilidad.
El texto justificado crea un espaciado irregular entre las palabras, lo que dificulta al ojo el seguimiento de las líneas. El texto alineado a la izquierda mantiene un espaciado coherente y un ritmo predecible.
Los tipos de letra deben ser legibles incluso en tamaños pequeños o cuando se amplía la imagen; esto es importante para los usuarios que aumentan el tamaño del texto como ayuda a la lectura.
Teniendo en cuenta estas características, los diseñadores y creadores de contenidos pueden empezar a crear un entorno de lectura más tranquilo, más acogedor y mucho menos exigente desde el punto de vista cognitivo.
Las preferencias pueden variar de una persona a otra, pero algunos tipos de letra funcionan sistemáticamente mejor para los lectores con TDAH gracias a su claridad, espaciado y sencillez.
Veamos varias opciones probadas que combinan legibilidad con facilidad cognitiva:
Utiliza fuentes aptas para la web o las disponibles a través de Google Fonts. Esto garantizará una representación coherente en todos los dispositivos y navegadores.
Una de las cuestiones tipográficas más comunes cuando se diseña para la accesibilidad cognitiva es si utilizar fuentes con gracias o sin gracias.
Aunque ambos tienen su utilidad, hay un claro favorito cuando se trata de un diseño adecuado para el TDAH.
Los tipos de letra sin gracias -como Arial, Calibri y Helvetica- suelen ser más adecuados para las personas con TDAH.
Te contamos por qué:
Las fuentes con gracias -como Times New Roman o Georgia- incluyen pequeños adornos o “colas” en los extremos de los trazos. Aunque pueden ser elegantes y legibles en letra impresa, presentan algunos retos para los lectores con TDAH:
Para la mayoría de los contextos de diseño digital adaptados al TDAH, la sin gracias es la apuesta más segura, sobre todo para el cuerpo del texto, los formularios, las interfaces y el contenido educativo. Las fuentes con gracias pueden seguir teniendo cabida en encabezamientos o materiales impresos, pero deben utilizarse con cuidado y probarse con usuarios reales siempre que sea posible.
Incluso el tipo de letra más adecuado para el TDAH puede quedarse corto si el diseño del texto no está bien pensado. La tipografía no consiste sólo en el tipo de letra que elijas, sino también en cómo la presentes.
Para los lectores con TDAH, las opciones de espaciado y tamaño pueden afectar drásticamente a la concentración, la comprensión y la comodidad.
Las fuentes pequeñas requieren más concentración y esfuerzo visual. Para los lectores con TDAH, esta tensión añadida puede provocar fatiga y frustración más rápidamente.
También llamada “interlineado”, la altura de línea determina el espacio vertical entre líneas de texto. Un interlineado estrecho puede hacer que la lectura resulte claustrofóbica, mientras que un interlineado demasiado ancho rompe la fluidez visual.
Ajustar el espacio entre caracteres puede ayudar al reconocimiento de las letras y reducir la posibilidad de que éstas se fusionen visualmente, sobre todo en lectores que se distraen con facilidad o son propensos a saltárselas.
Los bloques de texto densos son abrumadores para muchos lectores, pero especialmente para los que padecen TDAH. Dividir el contenido en unidades más pequeñas y escaneables ayuda a mantener el compromiso.
Que sea grande. Hazlo espacioso. Haz que sea fácil de escanear. Cuanto más respiro mental proporcione tu texto, más fácil les resultará a los lectores con TDAH mantenerse concentrados y absorber tu contenido.
En los últimos años, se han diseñado varios tipos de letra específicamente para ayudar a los lectores con dislexia y TDAH. Estos tipos de letra suelen tener formas, espaciado y pesos únicos para mejorar la legibilidad y el enfoque. Pero, ¿realmente marcan la diferencia?
Las fuentes específicas para el TDAH o adaptadas al TDAH están diseñadas pensando en los lectores neurodivergentes. Aunque hay más investigaciones que apoyan los tipos de letra para la dislexia, muchos de los mismos principios (como el espaciado generoso y las formas de letra simplificadas) pueden beneficiar también a las personas con TDAH.
Algunos ejemplos populares son:
Las pruebas son contradictorias. Algunos estudios e informes de usuarios sugieren que estos tipos de letra pueden reducir los errores de lectura o aumentar la comodidad de los lectores neurodivergentes, pero otros muestran un impacto poco apreciable en comparación con los tipos de letra estándar legibles, como Arial o Verdana.
Sin embargo, la preferencia del usuario importa. Si a alguien le resulta más fácil leer una fuente ADHD personalizada, es una razón válida y valiosa para utilizarla.
Las fuentes ADHD personalizadas pueden ser útiles, sobre todo si se combinan con un formato cuidado y un diseño limpio. Pero no son una solución mágica: la clave es ofrecer flexibilidad y utilizarlas como parte de una estrategia de accesibilidad más amplia.
La tipografía tiene que ver con la experiencia global de lectura (no sólo con los tipos de letra). Para las personas con TDAH, las pequeñas decisiones de diseño pueden suponer una gran diferencia en la facilidad con que procesan los contenidos y se comprometen con ellos.
He aquí algunos consejos prácticos para mejorar la legibilidad y reducir la sobrecarga cognitiva:
La tipografía puede ser un poderoso aliado para hacer que los contenidos sean más accesibles para las personas con TDAH. Cuando das prioridad a la claridad, la sencillez y la flexibilidad, reduces las barreras, no sólo para los usuarios neurodivergentes, sino para todos tus lectores.
Desde la elección del tipo de letra y el espaciado hasta el diseño y la legibilidad, cada decisión de diseño puede contribuir a mejorar la atención y la comprensión.
Si sigues las orientaciones de este artículo, estarás un paso más cerca de crear experiencias digitales más inclusivas y fáciles de usar.
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